CategoríasLucha contra el Cancer

Tipos comunes de tratamiento para el cáncer

Cirugía

Muchas personas con cáncer se someten a una cirugía, especialmente si el cáncer parece estar restringido a una zona (localizado). Se puede utilizar la cirugía para extirparlo junto con cualquier tejido alrededor que pudiera contener células cancerosas.

Algunas veces es difícil determinar el alcance de la cirugía que se necesita hasta que el cirujano tiene la oportunidad de ver la extensión del cáncer durante la operación. La cirugía es más efectiva cuando el tumor no se ha propagado hacia otras áreas. La cirugía ofrece la mayor probabilidad de cura para muchos tipos de cáncer, especialmente aquellos que aún no se han propagado a otras partes del cuerpo. También se puede emplear para tratar problemas causados por el cáncer, tal como extraer un tumor que está bloqueando el intestino.

Otros tratamientos, como la radioterapia y la quimioterapia, se pueden utilizar junto con la cirugía, o bien, puede que se administren antes o después de ésta.

Radioterapia

Al igual que la cirugía, la terapia de radiación se usa principalmente para tratar cánceres localizados (los que se encuentran en un área). La radiación destruye o daña las células cancerosas para impedir su crecimiento. Puede usarse por sí sola o en conjunto con la cirugía o quimioterapia. Más de la mitad de todas las personas con cáncer reciben tratamiento de radiación en alguna ocasión.

¿Cómo se administra la radiación?

La radiación se aplica de dos maneras: ya sea los rayos de alta energía se dirigen desde una máquina (radiación externa) o implantes se colocan en el cuerpo cerca del tumor.

Radiación externa: recibir radiación externa no causa dolor, ya que es similar a tomarse radiografías. Por lo general se lleva a cabo de manera ambulatoria (no requiere hospitalización) y las sesiones de tratamiento toman muy poco tiempo. Con mayor frecuencia, el tratamiento se administra 5 días a la semana durante 5 a 8 semanas, dependiendo del tamaño, la ubicación y el tipo de cáncer que se está tratando.

Implantes radiactivos: en ciertos casos, la radiación se puede administrar a través de implantes que se colocan en el interior del cuerpo. Otro nombre para la radiación que se administra como un implante es braquiterapia.

En este tipo de radiación se usan pequeños contenedores de radiación que se colocan dentro o cerca del tumor. A través de los implantes, el paciente puede recibir una mayor dosis total de radiación en un área más pequeña y en un periodo de tiempo más breve que con la radiación externa. Algunos implantes pueden colocarse en el cuerpo durante un procedimiento ambulatorio, mientras que otros podrían requerir que la persona permanezca en el hospital durante unos cuantos días. Los implantes se colocan a veces mientras la persona está en un sueño profundo, lo que se llama anestesia general. Otros implantes sólo requieren adormecer el área (anestesia local). Los implantes pueden ser permanentes o temporales.

Efectos secundarios de la radioterapia

Los efectos secundarios varían de un paciente a otro. Los efectos secundarios más comunes son cansancio, cambios en la piel en el área tratada y cierta pérdida del apetito. Otros efectos secundarios por lo general se relacionan con el tratamiento de áreas específicas, tales como pérdida del cabello después de un tratamiento de radiación en la cabeza. Con el pasar del tiempo, la mayoría de los efectos secundarios desaparece, aunque algunos podrían durar o podrían no aparecer sino años más tarde. Asegúrese de hablar con su equipo de atención médica contra el cáncer sobre cualquier problema que tenga, pues a menudo existen maneras de ayudar.

Quimioterapia

La quimioterapia consiste en tratar el cáncer con medicamentos de acción fuerte que por lo general se inyectan a través de una vena o se administran oralmente. En la mayoría de los casos se emplea más de un medicamento de quimioterapia. A diferencia de la radioterapia o la cirugía, los medicamentos quimioterapéuticos pueden tratar el cáncer que se ha propagado, ya que viajan por todo el torrente sanguíneo. Dependiendo del tipo de cáncer y de su etapa, la quimioterapia se puede administrar por diferentes razones.

La quimioterapia puede ser usada para:

  • Curar el cáncer
  • Evitar que el cáncer se propague
  • Eliminar las células cancerosas que puede que se hayan propagado
  • Desacelerar el crecimiento del cáncer
  • Aliviar los síntomas causados por el cáncer
  • Reducir el tamaño de un tumor antes de la cirugía para extraerlo
  • Reducir el riesgo de que el cáncer regrese después de la cirugía

Hable con su médico o con su equipo de atención médica contra el cáncer para averiguar el objetivo de su quimioterapia.

¿Cómo se administra la quimioterapia?

La quimioterapia se administra en ciclos, cada uno de ellos seguido por un periodo de recuperación. Un ciclo podría consistir en una dosis seguida de días o semanas sin tratamiento. El período de descanso da tiempo a las células normales del cuerpo para recuperarse. Los ciclos de quimioterapia también se configuran en otras maneras. Algunos medicamentos funcionan mejor cuando se administran varios días consecutivos, o cada día alterno, seguidos de un periodo de descanso.

Si se usa más de un medicamento, el plan de tratamiento indicará la frecuencia y cuándo se debe administrar cada medicamento. Puede que antes de comenzar el tratamiento se planee el número de ciclos que usted recibirá, basándose en el tipo y etapa del cáncer. A veces, el plan puede ser más flexible. Esto permite al médico distribuir los ciclos basándose ​​en cómo el tratamiento afecta el cáncer y su salud en general.

Efectos secundarios de la quimioterapia

Los efectos secundarios dependen del tipo de medicamentos utilizados en la quimioterapia, de la cantidad administrada y de la duración del tratamiento. Los efectos secundarios más comunes son náusea y vómito, pérdida temporal del cabello, más probabilidades de infecciones y cansancio. Los medicamentos de quimioterapia pueden causar otros efectos secundarios. Asegúrese de preguntar a su médico o enfermera a qué debe prestar atención según los medicamentos que esté recibiendo.

La mayoría de los efectos secundarios se pueden controlar con medicamentos, atención de apoyo o cambiando el programa del tratamiento. Si usted experimenta efectos secundarios, pregunte a su doctor o enfermera sobre las formas de ayudar a aliviarlos. Es importante informar a su equipo de atención médica contra el cáncer sobre cualquier efecto secundario que presente, ya que algunos, como la fiebre y la infección, podrían requerir tratamiento inmediatamente.

Los pacientes que reciben quimioterapia algunas veces se desalientan por el largo tiempo que dura el tratamiento o por los efectos secundarios que están padeciendo. Si esto le sucede a usted, hable con su doctor. A menudo, existen maneras de reducir los efectos secundarios o de hacer que sea más fácil manejarlos. Recuerde que los beneficios que se espera obtener del tratamiento deben superar cualquier problema que usted tenga debido a éste.

Otros medicamentos para tratar el cáncer

Algunos tratamientos contra el cáncer más recientes utilizan medicamentos que son distintos a los que la mayoría de las personas consideran como quimio. Ejemplos de estos medicamentos son las terapias biológicas y las terapias dirigidas.

Algunas veces, a las terapias biológicas se les llama inmunoterapia. Estos tratamientos utilizan el sistema inmunológico para luchar contra el cáncer o para disminuir los efectos secundarios de algunos tratamientos contra el cáncer. Las diferentes terapias biológicas actúan de distintas maneras, ya que pueden detener o reducir el crecimiento de las células cancerosas, apoyar a las células inmunológicas saludables para controlar el cáncer o ayudar a reparar las células normales dañadas por otras formas de tratamiento.

Las terapias dirigidas son medicamentos que atacan a cambios genéticos específicos que contribuyen al crecimiento de las células cancerosas. Estas terapias atacan el funcionamiento interno de las células cancerosas; las partes que hacen que éstas sean diferentes de las células normales y sanas.

Estos medicamentos suelen causar diferentes efectos secundarios en comparación con los medicamentos de la quimioterapia regular. A menudo se administran con la quimio regular y/o con otros tratamientos contra el cáncer.

Terapias complementarias y alternativas

Es probable que una persona con cáncer se entere sobre otros métodos para tratar o aliviar sus síntomas. Estas otras formas son diferentes de los tratamientos médicos convencionales utilizados por el equipo de atención médica contra el cáncer. Pueden incluir vitaminas, hierbas y dietas especiales, o métodos como la acupuntura o el masaje, entre muchos otros.

No todas las personas describen las terapias complementarias y alternativas de la misma manera, por lo que esto puede ser confuso. La Sociedad Americana Contra El Cáncer utiliza el término complementario para referirse a medicinas o tratamientos que se usan junto con la atención médica habitual. Los tratamientos alternativos se usan en lugar del tratamiento médico convencional.

Con más frecuencia, los métodos complementarios se usan para ayudarle a sentirse mejor. Algunos ejemplos son medicinas para reducir el estrés; acupuntura para el alivio del dolor; o té de menta para aliviar la náusea, y puede que haya muchas otras. Aunque algunos de estos métodos han sido estudiados y se sabe que pueden ser útiles, la eficacia de otros no ha sido probada. Muchos de los que han sido probados no han demostrado ser útiles, y algunos incluso han demostrado ser perjudiciales.

Los tratamientos alternativos se usan en lugar de la atención médica convencional. No se ha probado que estos tratamientos sean seguros, ni estudios clínicos han comprobado que sean eficaces. Algunos de estos métodos pueden hasta ser peligrosos. La mayoría de las veces, el peligro principal es que usted puede perder la oportunidad de beneficiarse del tratamiento convencional. Las demoras o las interrupciones en su tratamiento médico pueden darle al cáncer más tiempo para avanzar y disminuir las probabilidades de que el tratamiento ayude.

Algunas personas implican que su método puede curar el cáncer sin presentar graves efectos secundarios, y resulta normal querer creer esto. Pero la verdad es que la mayoría de los tratamientos alternativos no han sido probados en estudios científicos. Hasta el momento, los tratamientos alternativos que han sido estudiados no han demostrado que son eficaces en el tratamiento del cáncer.

Llámenos al 1-800-227-2345 para obtener más información sobre métodos complementarios y alternativos en general, y para averiguar sobre los métodos específicos que está evaluando. Usted también puede leer más sobre estos métodos en Métodos complementarios y alternativos para la atención del cáncer.

Estudios clínicos

Es posible que haya tenido que tomar muchas decisiones desde que se enteró de que tiene cáncer. Una de las decisiones más importantes es colaborar con su equipo de atención médica contra el cáncer para seleccionar el tratamiento más adecuado para usted. Puede que haya escuchado hablar acerca de los estudios clínicos que se están realizando para el tipo de cáncer que usted tiene. O quizá un integrante de su equipo de atención médica contra el cáncer le comentó sobre un estudio clínico.

Los estudios clínicos son investigaciones cuidadosamente controladas que se realizan con pacientes. Estos estudios prueban si un tratamiento es seguro y qué tan bien funciona. Puede que los estudios clínicos además prueben nuevas formas de encontrar o prevenir una enfermedad. Estos estudios han originado muchas nuevas maneras de prevenir, diagnosticar y tratar el cáncer.

Un estudio clínico se realiza cuando sólo existe una buena razón para pensar que un tratamiento, examen o procedimiento bajo estudio puede ser mejor que el empleado actualmente. Los tratamientos que se usan en los estudios clínicos con frecuencia proporcionan beneficios reales y a veces menos efectos secundarios que los tratamientos actuales. Si esto sucede, el nuevo tratamiento usualmente continúa para convertirse en el tratamiento convencional en el futuro.

Para más información sobre los estudios clínicos para su tipo de cáncer, pregunte a los miembros de su equipo de atención médica si la clínica u hospital donde trabajan ofrece estudios clínicos.

Participar en un estudio clínico no le impide recibir cualquier otra atención médica que podría necesitar. Usted tiene la libertad de abandonar el estudio en cualquier momento, por cualquier motivo. Puede obtener mucha más información sobre este tema en nuestro documento Estudios clínicos: lo que necesita saber. Puede leerlo en www.cancer.org o nos puede llamar para solicitar una copia.

Extractado de Cancer.org

Add to cart